Casa Passivhaus Can Martí
Impermeabilização com tela asfáltica auto-protegida branca
Impermeabilización de la cubierta solar (y en madera) de una vivienda pasiva en Ibiza
Construir siguiendo el estándar Passivhaus implica el cumplimiento de cinco criterios básicos: un gran aislamiento térmico, carpintería de elevadas prestaciones, instalación de sistemas de ventilación con recuperación del calor, eliminación de los puentes térmicos y control de la estanqueidad del aire. De esta manera, se consigue una vivienda con un consumo de energía prácticamente nulo (menos de 120kWh/m2 año de energía primaria) y un menor impacto ambiental.
Si además, el inmueble está realizado con materiales naturales, de cercanía y con bajo impacto ambiental, el resultado es un inmueble sostenible y respetuoso con las personas y su entorno.
Bajo estas premisas se llevó a cabo la construcción de Can Martí, una vivienda unifamiliar levantada en la isla de Ibiza en mitad de un campo de algarrobos. El proyecto, obra de los estudios de arquitectura Fraile Project y Antonio Albaladejo es una excelente muestra de vivienda pasiva construida con materiales muy sostenibles y de bajas emisiones, como la madera y el corcho.
El edificio, de líneas sencillas y rectas, y volúmenes depurados, se integra a la perfección con el paisaje circundante, ofreciendo una visión limpia y uniforme desde cualquier perspectiva. Cuenta con zonas exteriores ajardinadas, donde se han plantado ejemplares autóctonos que requieren menor riego y mantenimiento, contribuyendo a mejorar la biodiversidad de la zona.
También se han implementado sistemas para la recogida de aguas pluviales para su uso en la vivienda, reduciendo notablemente el consumo generado. Y se ha instalado una cubierta solar, con la que abastecer de energía limpia el conjunto edificado.
Además, tanto la estructura como otros elementos del inmueble se han realizado en madera certificada, lo que ha supuesto todo un desafío en cuestiones de diseño, prestando especial atención a la cubierta.
“El diseño de esta cubierta es singular y responde a una apuesta por la utilización de la madera, no sólo para la estructura de la vivienda, sino también para la realización de las pendientes y los canales de recogida de pluviales mediante rastreles y tablero OSB. Las pendientes se han diseñado en orientación sur para favorecer la inclinación de las placas solares, así como una altura de petos exacta para que las placas solares queden ocultas desde su exterior sin perder la escala arquitectónica de la vivienda”, explica Rafael Fraile, arquitecto de la obra.
Cubierta plana, solar y eficiente
Entre los criterios que contempla el estándar Passivhaus está el lograr la mayor hermeticidad y estanqueidad, evitando la aparición de puentes térmicos. Esto se logra con una envolvente continua donde no haya corrientes de aire o pérdidas de energía.
“En el caso de la cubierta, la correcta instalación del sistema de impermeabilización contribuirá de forma sobresaliente al cumplimiento de este objetivo, al crear una protección extra sobre el aislamiento, evitando su deterioro con el paso del tiempo o por la exposición a los elementos externos”, señalan desde AIFIm, Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización, que cuenta entre sus asociados a ASSA, BMI-CHOVA, Danosa, Krypton Chemical, Renolit Alkorplan, Sika y Soprema.
En este proyecto, la impermeabilización empleada ha sido. una membrana bicapa constituida por una lámina base tipo LBM(SBS) -40-FP totalmente adherida al soporte y terminación con una lámina autoprotegida adherida en su totalidad a la anterior de tipo LBM(SBS) 50/G FP en color blanco” previamente se ha imprimado con una emulsión aniónica, explican desde ASSA
Esta solución cuenta además con una armadura de fieltro de poliéster estabilizado y reforzado con fibra de vidrio, lo que le confiere una mayor resistencia. Además, su instalación se puede realizar mediante aplicación de soplete, lo que evita la aparición de roturas que puedan ocasionar puentes térmicos.
En cuanto al acabado en blanco de la impermeabilización, desde la asociación señalan que también contribuye a reducir la temperatura en la cubierta, “reduciendo la demanda de aire frío en el interior y ayudando a un mejor funcionamiento de las placas solares –ya que estos elementos ven comprometido su rendimiento con temperaturas elevadas–“, finalizan.
El proyecto, que está en fase de finalización, ha supuesto un importante desafío para su arquitecto, ya que se ha tenido que “aunar un diseño arquitectónico innegociable con los principios de envolvente térmica, envolvente hermética, carpintería de altas prestaciones y protecciones solares”, concluye.