Cinco claves para saber si necesitas impermeabilizar y proteger tu vivienda ante la temporada de lluvias
Pese a las benévolas temperaturas y los días soleados de finales de septiembre, el otoño ya se deja sentir y las previsiones meteorológicas contemplan un mes de octubre pasado por agua. Días más cortos, bajadas de temperaturas, vientos fríos, mayor humedad, pero, sobre todo, lluvia y más lluvia como protagonista del paisaje otoñal.
Aunque son los efectos esperados en esta época del año, todos estos factores climatológicos pueden afectar tanto al confort como a la integridad de nuestras viviendas. Antes de que llegue el invierno es conveniente comprobar que nuestro hogar esté protegido para soportar las inclemencias del clima.
El mal tiempo suele traer consigo filtraciones y otros daños que pueden evitarse con una buena impermeabilización. Para evitar sorpresas desagradables, desde AIFIm, la Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización, te ofrecemos cinco claves para saber si tu hogar necesita una intervención urgente antes de que el agua pueda causar patologías y falta de confort.
1. Revisar el estado de la impermeabilización
Una impermeabilización en mal estado es una de las principales causas de filtraciones de agua. La cubierta, terrazas y otras superficies expuestas a la lluvia deben contar con una capa impermeable que ofrezca garantías. Si notas desgastes, grietas o zonas con moho, es momento de actuar. En el mercado encontrarás una amplia oferta de sistemas y soluciones de impermeabilización que podrás escoger según cuáles sean tus necesidades. En caso de duda, lo más aconsejable es contactar con un profesional que te brinde soporte y te recomiende la opción más adecuada.
2. Inspeccionar cubiertas, balcones y terrazas
Las cubiertas y las terrazas son las principales barreras de protección frente a la acción del agua o la humedad. Cualquier pequeño desperfecto puede convertirse en un gran problema durante las lluvias. Busca señales como baldosas sueltas, fisuras o zonas donde el agua pueda acumularse o entrar en la vivienda. Reparar estas áreas antes de que empeore es crucial para prevenir la aparición de patologías como humedades, goteras o la aparición de moho.
3. Comprobar sumideros, canalones y cierres de ventanas
Los sistemas de drenaje como sumideros y canalones juegan un papel clave en el desalojo del agua de lluvia. Si están obstruidos o en mal estado, esta se acumulará y buscará otros caminos, como las paredes o el techo. Limpia y revisa periódicamente estos elementos para asegurarte de que cumplen su función y evita filtraciones por ventanas mal selladas.
4. Verificar el aislamiento térmico
El aislamiento es fundamental para proteger tu vivienda. Si el aislamiento de tu casa está deteriorado, la humedad y las bajas temperaturas se filtrarán fácilmente, lo que afectará tanto a tu confort como a tu bolsillo, al aumentar los costes de calefacción. Asegúrate de que los materiales aislantes estén en buen estado para mantener la temperatura adecuada o si deben ser protegidos por una lámina impermeabilizante.
5. Mantener la temperatura y ventilación controlada
Un ambiente bien ventilado y con la temperatura correcta ayuda a evitar la aparición de humedad y moho en el interior de la vivienda. Utiliza sistemas de climatización eficientes que permitan una ventilación adecuada sin perder calor. Además, mantener el suelo, la fachada y la cubierta en buen estado ayuda a evitar la condensación y a proteger los materiales de construcción.
Llevando a cabo todas estas medidas, tendrás tu casa preparada y bien protegida ante la temporada de lluvias. Desde AIFIM recomendamos siempre apostar por sistemas de calidad y contar con profesionales cualificados para su instalación y mantenimiento como la mejor manera de garantizar que el agua no te cause problemas y puedas disfrutar de un hogar seco, cálido y confortable durante todo el invierno.