Recibe las últimas informaciones de AIFIm

BLOG

Cómo mantener en buen estado la impermeabilización

Con la temporada de lluvias, la aparición de humedades en las viviendas es más frecuente, pudiendo poner en riesgo la salud de sus ocupantes. En concreto, según los datos de la plataforma digital Habitissimo hasta el 53,8% de las viviendas en España carecen de un correcto sistema de impermeabilización. Este porcentaje se corresponde especialmente con los edificios construidos antes de 1980, cuando los estándares en este aspecto eran menos estrictos.

Por áreas geográficas, las provincias de Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla son en las que más ha crecido las solicitudes de reparación en la impermeabilización de edificios antiguos, para conseguir una adecuada protección ante la humedad.

Las patologías más comunes son, según AIFIm, la Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización, las filtraciones de agua, las grietas y fisuras, y las humedades por capilaridad.

Mientras que las filtraciones pueden surgir por un incorrecto diseño de drenajes, la falta de mantenimiento o el empleo de materiales de baja calidad, las grietas se producen debido a los asentamientos, los cambios en la humedad o la mala aplicación de materiales. Asimismo, las humedades por capilaridad surgen por el ascenso de agua del terreno a través de materiales porosos.

Varios son los pasos que nos permitirán conocer antes los problemas que puedan darse en la impermeabilización y actuar en consecuencia:

  1. Revisión y mejora del sistema de drenaje: asegurarse de que los sistemas de drenaje sean efectivos, limpiándolos y realizando el mantenimiento necesario.
  2. Revisión de la impermeabilización: controlar que las láminas no estén dañadas. En caso de que no esté en buen estado, se deberá de rehabilitar la impermeabilización.
  3. Revisión del solado o capa de protección de la impermeabilización: revisar el estado del pavimento, que no tenga grietas ni fisuras, así como la colocación de la grava y sustrato de en la cubierta ajardinada.
  4. Revisión de posibles acumulaciones de agua: comprobar que, en cubiertas autoprotegidas, no se produzcan zonas en la cubierta donde se acumule agua.

Las patologías relacionadas con la humedad pueden deteriorar la estructura y afectar a la salud, por lo que identificar estos problemas de manera temprana es vital para mantener en buen estado el edificio.

Además de mejorar la estructura y evitar problemas de salud, no hay que olvidar que un buen sistema de impermeabilización incrementa el valor de la propiedad. Todo suma, aunque siempre debemos tener en cuenta que el mantenimiento deben realizarlo profesionales especializados.