La impermeabilización juega un papel importante en la sostenibilidad de la edificación.
Hoy en día disponemos de soluciones de impermeabilización sostenibles como las cubiertas ajardinadas o ecológicas, las descontaminantes, reflectantes o las solares.
La impermeabilización puede contribuir en gran medida a reducir el impacto en el entorno desde su fabricación hasta el final de su vida útil, pues se trata de sistemas reciclables (ver proyecto RoofCollect) que en su proceso de fabricación han incorporado productos reciclados y otras materias primas seleccionadas cuidadosamente.
La sostenibilidad está muy relacionada con la calidad constructiva del edificio y con la calidad de vida de los habitantes del edificio, limitando los problemas de salubridad, filtraciones, y en definitiva favoreciendo el confort.
Hoy en día, es posible evaluar la sosteniblidad de los productos y soluciones de impermeabilización, con herramientas estandarizadas como es el Análisis de Ciclo de Vida, que permite medir la sostenibilidad y ofrecer datos cuantitativos, además de comparar distintas soluciones para una misma aplicación. Así, la Declaración Ambiental de Producto (DAP) o ecoetiquetado tipo III, está regulada por la norma ISO 145025, y es el único ecoetiquetado que ofrece información ambiental cuantitativa basada en Análisis de Ciclo de Vida y está verificada externamente por una tercera parte independiente. Es además, el ecoetiquetado más valorado en las certificaciones sostenibles de edificios como LEED, BREEAM o VERDE. Otros aspectos valorados por este tipo de certificaciones, son entre otras, el uso de cubiertas frías o de alta reflectancia solar que permiten reducir el efecto de isla de calor urbano en las ciudades, las cubiertas verdes o ajardinadas, la reciclabilidad al final de la vida y el uso de materiales reciclados en su composición.