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La vegetación se integra en la arquitectura urbana. Más allá del innegable efecto estético, esta actuación se está convirtiendo en una estrategia determinante para mitigar el efecto del cambio climático en las ciudades. Las cubiertas verdes contribuyen a reducir el impacto ambiental de los edificios; ayudan a recuperar y favorecer la biodiversidad en el entorno edificado; son un gran aliado en la gestión de recursos hídricos, y proporcionan un aire más limpio, seguro y saludable. Además, también son clave para mitigar el efecto “isla de calor” en las grandes urbes. Según datos del Ayuntamiento de Madrid, una cubierta plana sin vegetación acumula hasta 21º más de temperatura que un tejado verde.

Para impulsar la incorporación de estas soluciones bioclimáticas, el Ayuntamiento de Madrid ha establecido el Factor Verde (FV). Este innovador parámetro es un requisito normativo incorporado a través de la modificación de las Normas Urbanísticas, que favorece la sostenibilidad ambiental mediante la generación de ecosistemas urbanos. De esta manera, el Factor Verde mide la contribución de la parcela y del edificio a la mejora del medio ambiente urbano. Su aplicación es obligatoria en obras de nueva planta y grandes rehabilitaciones.

¿Cómo incorporar el Factor Verde en un proyecto constructivo?

Para implementar esta normativa en un proyecto constructivo (ya sea obra nueva o gran rehabilitación), el promotor o arquitecto debe asegurar que el diseño propuesto cumpla con un valor mínimo de FV requerido, superior a 0,35.

El FV se calcula en función de una serie de coeficientes dependientes de la tipología edificatoria, de la clase de obra y de la infraestructura verde utilizada, en relación con las superficies de la parcela y de las infraestructuras verdes, según la siguiente fórmula:

FV = Ct x Co x Σ Ci x Si / Sp

Siendo:

FV: Factor verde.

Ct: Coeficiente de tipología edificatoria.

Co: Coeficiente de tipo de obra.

Ci: Coeficiente de infraestructura verde.

Si: Superficie de cada infraestructura verdes. (1)

Sp: Superficie total de la parcela. (

Las cubiertas verdes son una de las cuatro infraestructuras verdes admisibles para dar cumplimiento al FV. Al proyectar una cubierta, se puede optar por tipologías extensivas (con sustrato fino y bajo mantenimiento) o intensivas (con sustrato profundo, que permite mayor variedad de vegetación). Cada una de estas tipologías posee un coeficiente (Ci) específico que determina su contribución al cumplimiento del Factor Verde.

El proceso de aplicación consiste en determinar la superficie mínima de cubierta que debe ajardinarse para alcanzar el objetivo de Factor Verde exigido por la normativa, demostrando así que la nueva construcción incrementa la superficie verde de la ciudad. Su medición se realizará en proyección ortogonal sobre un plano paralelo a la superficie de la cubierta, descontando huecos de superficie superior a 1m². En cubiertas mixtas, se medirá de forma independiente la superficie de cada uno de los dos tipos.

Además de la normativa, para una correcta incorporación del FV al proyecto construcción es recomendable tener en cuenta una serie de cuestiones adicionales:

• Incluir los requisitos del Factor Verde desde las etapas iniciales del diseño del proyecto.
• Utilizar especies autóctonas adecuadas al clima local y al entorno urbano para asegurar su supervivencia y garantizar la biodiversidad en la ciudad. Se pueden consultar en la página del Ayuntamiento de Madrid.
• Planificar desde la fase de proyecto el mantenimiento necesario para estas áreas verdes.
• Contar con la participación de la ciudadanía, mostrando el proyecto como un beneficio con impacto social y medio ambiental.

¿Cómo saber si el Factor Verde cumple con sus objetivos?

Para comprobar si la incorporación de elementos vegetales está contribuyendo a alcanzar los objetivos fijados en la normativa sobre el Factor Verde, el Ayuntamiento de Madrid realiza un seguimiento periódico en el que se tiene en cuenta:

1. La contribución a la reducción del efecto isla de calor.
2. El control de las ganancias solares.
3. La mejora de la calidad del aire en factores como la humedad relativa, la fijación de CO₂ y de partículas.
4. El fomento de la cultura de los valores de la naturaleza y la ecología en la actividad de edificación, en la parcela y la ciudad.

El Factor Verde representa un avance significativo hacia una ciudad más sostenible y habitable, con importantes beneficios a largo plazo para todos sus habitantes.