OBRAS DE REFERENCIA

Alta reflectancia y mejora de la eficiencia energética en la cubierta del centro deportivo dels Serradells (Andorra) 

En el año 2018 un desafortunado incendio, provocado por un fallo eléctrico, obligó a la reconstrucción del centro deportivo dels Serradells, en Andorra, un complejo de más de 4.000 m², que alberga un pabellón polideportivo, piscina olímpica cubierta, sala de musculación, así como una zona de spa y relajación.

El fuego afectó a gran parte de la fachada y de la cubierta situada sobre el vaso de la piscina, lo que obligó a una rehabilitación total de la envolvente. Además, se aprovechó para mejorar las instalaciones e incidir en la reducción de la demanda de energía del edificio, mediante la instalación de aislamiento térmico y una nueva cubierta reflectante.

La obra fue encargada a los estudios de arquitectura BAC Engineering y Adserà Group, que para evitar que un suceso similar en el futuro y, además, reducir la demanda de energía, prescribieron medidas de protección pasiva ante el fuego, como el uso de una capa de aislamiento de lana mineral, un material con un excelente comportamiento en caso de incendio y que contribuye a retrasar la propagación de las llamas. 

Para la cubierta, los responsables de la obra optaron por un sistema de impermeabilización mediante el empleo de una membrana TPO fijada mecánicamente, y complementada con aislamiento  térmico.

“El TPO presenta una elevada resistencia a la humedad, al calor, a los microorganismos y a las sustancias químicas, siendo muy duradera en el tiempo. Además, al ser de color blanco tienen una alta capacidad de reflectancia solar , por lo que contribuye a reducir el gasto energético del edificio y su huella ambiental. Y al final de su vida útil (o de la del edificio), este material se puede reciclar”, recuerdan desde AIFIm, Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización, que reúne a los principales fabricantes (ASSA, BMI-Chova, Danosa, Krypton Chemical, Mapei, Renolit, Sika y Soprema).

Un proyecto complejo

Las obras para la reconstrucción de la cubierta duraron aproximadamente ocho meses, debido tanto a la complejidad de la estructura del propio tejado –una cubierta inclinada con vigas metálicas–, como a factores meteorológicos. 

El centro dels Serradells se encuentra en las proximidades de Andorra La Vella, a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar, en una zona cercana a un bosque. Esto hace que las condiciones climáticas de la zona sean extremas, especialmente en invierno, con frío y lluvia constante. 

Por este motivo, y teniendo en cuenta que el centro deportivo alberga una piscina cubierta –lo que requiere unas características especiales en cuanto a humedad y temperatura–, los estudios de arquitectura responsables de la reforma optaron por mejorar el comportamiento energético de la cubierta, consiguiendo un elemento respetuoso con el entorno que, además, contribuye a la reducción del efecto “isla de calor” y de las emisiones contaminantes provocadas por los sistemas de climatización.

Con estos objetivos, se proyectó una cubierta con aislamiento térmico de lana mineral de 30 cm de espesor, instalada sobre chapa metálica. También se colocó una barrera de vapor llevada a cabo con una membrana bituminosa biadhesiva de 2 mm y un coeficiente de transferencia de calor (factor µ) ≥ 1000.000 –el factor µ indica la resistencia del material aislante al paso del vapor de agua. A mayor coeficiente, mejor resistencia–. 

La membrana se armó con un tejido no tejido de poliéster, acoplado a una lámina de aluminio.

Para el sistema de impermeabilización se eligió una membrana TPO blanca, con un elevado índice de reflectancia solar, resistente a los rayos UV y a los agentes atmosféricos. “De esta manera, el aislamiento térmico queda protegido de la humedad y la lluvia, garantizando sus propiedades, y se reduce el impacto de los rayos solares sobre la superficie, ahorrando en la demanda de energía del edificio”, afirman desde Mapei, unos de los fabricantes asociados a AIFIm, que fue parte del proyecto.

La impermeabilización se fijó mecánicamente, con sistema en solape con cánula plástica R45 y tornillo punta de broca reducida para aislamiento, e impermeabilización BS4.8 de Etanco, empresa colaboradora de AIFIm y responsable del estudio y suministro del material.

“La instalación de la cubierta fue realmente compleja”, cuenta Oscar Curia, responsable del proyecto en MS Grup SAU –empresa instaladora de sistemas de impermeabilización–. “Y no solo por la extensión de la superficie, sino las propias características del entorno (humedad, frío, etc.) que obligaron a alargar los plazos al tener que esperar en muchas ocasiones a que el material pudiese instalarse en las condiciones adecuadas”. 

También el diseño de la cubierta dificultó la instalación de la impermeabilización. “Al ser una cubierta inclinada y con remates de vigas, tuvimos que realizar los detalles de la fijación a mano. El encofrado donde está el soporte de la viga, por ejemplo, al ser redondo, tuvimos que hacerlo con una resina resistente que permitiese impermeabilizar correctamente este hueco sin espacios ni fisuras”, concluye.