REHABILITACIÓN E IMPERMEABILIZACIÓN.
Como garantizar una larga vida al edificio.
La vida de un edificio puede ser larga, muy larga, siempre que se lleven a cabo las adecuadas medidas para su mantenimiento. Mediante la rehabilitación de un inmueble, se le puede devolver a un estado óptimo de seguridad y habitabilidad requerido por el Código Técnico de la Edificación (CTE), indiferentemente del nivel de partida y teniendo en cuenta las limitaciones de diseño de cada edificio. Si las actuaciones se realizan siguiendo criterios de eficiencia energética y sostenibilidad, el edificio no sólo recobrará su “juventud”, además, ofrecerá a sus habitantes nuevos niveles de confort, salubridad y bajo impacto ambiental.
De los aproximadamente 25 millones de viviendas existentes en España, cerca de dos millones están en mal estado de conservación, y un 90% de los edificios son anteriores a la aprobación del CTE, por lo que sufren serias carencias en cuanto a eficiencia energética se refiere, convirtiéndolos en auténticos “sumideros de energía”.
Para poner el parque existente a punto sería necesario llevar a cabo una serie de actuaciones con las que se corrigiesen las patologías asociadas a su edad y al desgaste propio de los materiales: mejoras en la envolvente, revisión (y sustitución en caso de necesidad) de las instalaciones existentes, o la reparación de los sistemas para la impermeabilización del edificios son algunas de ellas.
En el caso de los sistemas de impermeabilización, los daños causados por la exposición a los elementos, el paso del tiempo o las roturas ocasionadas por una mala manipulación pueden ocasionar importantes desperfectos en el edificio. Por lo tanto, actuar para mejorar la impermeabilización es fundamental para garantizar el buen comportamiento del inmueble, ya sea para la conservación de su estructura, como para el adecuado funcionamiento y mantenimiento de los aislamientos térmicos y aislamientos acústicos de los diferentes elementos constructivos del edificio, principalmente cubiertas y fachadas.
En el mercado encontramos múltiples productos y sistemas de impermeabilización, desarrollados por los fabricantes para garantizar las necesidades de la rehabilitación de edificios, más exigentes, por lo general, que en la obra nueva. Por ejemplo, existen soluciones de impermeabilización certificadas para impermeabilizar cubiertas con una pendiente del 0%, es decir, sin la necesidad de colocar una capa de formación de pendientes por debajo de la misma. Este tipo de soluciones surgen por ejemplo, para dar respuesta a soluciones de rehabilitación dónde el forjado original no admite la sobrecarga de la formación de pendientes.
Para elegir la solución que mejor se adapte a las necesidades de la reforma es conveniente consultar con los profesionales. Las empresas fabricantes cuentan con departamentos técnicos que podrán asesorarte a la hora de seleccionar el producto más adecuado.