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Cubiertas sostenibles y tanques de tormenta, soluciones urbanas para una correcta gestión de las aguas pluviales.

El desarrollo urbano, sobre todo en las grandes capitales, en donde el hormigón y el asfalto cobran protagonismo, está provocando una disminución de las zonas de drenaje natural de las aguas pluviales, debido a la falta de suelo permeable.

De esta manera, cuando se suceden tormentas, el agua discurre por los materiales constructivos, que son menos permeables, con el riesgo de superar los volúmenes de los sistemas de drenaje y, en consecuencia, generar inundaciones en las zonas próximas.

En la actualidad, existen sistemas denominados «Blue Roof», que permiten una correcta gestión de las aguas pluviales. A ello contribuyen también las cubiertas ajardinadas y los tanques de tormenta modulares, un tipo de sistema urbano de drenaje sostenible (SUDS), aseguran desde AIFIm, la Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización.

Cubiertas verdes para optimizar el agua

Las cubiertas verdes o ajardinadas están cada vez más presentes en los edificios, fundamentalmente en centros comerciales y oficinas, pero también en bloques de viviendas, gracias a su funcionalidad para reducir la demanda energética que necesita el inmueble y a su capacidad para mitigar las emisiones contaminantes. También contribuyen a minimizar el efecto «isla de calor», que se produce por el aumento de temperatura en los centros urbanos.

Las cubiertas ajardinadas minimizan las islas de calor

Pero, además de estas ventajas, cabe destacar el potencial de las cubiertas ajardinadas, sobre todo las extensivas, con plantaciones que necesitan escaso mantenimiento, para retener y reducir el agua que discurre por el sistema de evacuación de pluviales.

“Para optimizar este recurso, las soluciones y los sistemas que forman parte de este tipo de cubiertas están especialmente diseñadas para asegurar la estanqueidad al agua en el interior de los edificios, gracias a la incorporación de capas de drenaje y filtrado”, señalan desde AIFIm. “También estos sistemas evitan el atascamiento de los sistemas de evacuación cuando se producen lluvias torrenciales, ya que ayudan a una buena absorción del agua pluvial y a su canalización hacia los sistemas de desagüe”, añaden.

Cubiertas aljibe o “Blue Roof”

Las cubiertas aljibe también están de plena actualidad, ya que permiten almacenar el agua de lluvia, siendo una solución duradera y sostenible, para gestionar y aprovechar las aguas pluviales.

No cuenta con desagües en el plano de cubierta, pero sí con paramentos verticales a la altura del nivel máximo de almacenamiento para aliviar los posibles excesos de agua.

Así, para su construcción se necesita una alta resistencia a la compresión y permitir el paso del agua, láminas o membranas impermeabilizantes de alta calidad y módulos de almacenamiento y mitigación de flujos.

Combinación de cubiertas

En función de su diseño, las cubiertas sostenibles pueden proporcionar una serie de beneficios, desde el almacenamiento temporal de lluvia para mitigar los impactos de la escorrentía, hasta su reutilización. Por ejemplo, una cubierta ajardinada en combinación con una cubierta aljibe, puede ser una solución perfecta para conseguir un menor desperdicio de un recurso cada vez más escaso como es el agua. Además, esta combinación es altamente sostenible por su durabilidad (más de 40 años).

Una lámina impermeable con un sistema de cubierta vegetal, unido a la implementación de módulos de almacenamiento de agua en la cubierta aljibe, contribuye a obtener ahorros significativos. También se reduce la demanda de energía del edificio, optimizando las necesidades energéticas y alcanzando altos niveles de sostenibilidad ambiental.

Según AIFIm, “la elección de los materiales garantizará que existan menos costes de mantenimiento y también un menor número de intervenciones de reparación de la cubierta. Además de su durabilidad y resistencia, la impermeabilización ha de tener propiedades anti-raíces, como las que ofrecen las láminas bituminosas con este tratamiento y las láminas sintéticas de PVC o TPO”.

Tanques que retienen el agua

También los tanques de tormenta modulares permiten la construcción de estructuras de retención de agua con una gran eficiencia en costes.

Estos tanques consisten en la colocación de cajas celulares envueltas con una lámina impermeable en un suelo previamente excavado con la capacidad deseada. El agua pluvial se recoge en el interior de estas cajas, lo que permite el uso de la superficie encima de ellas.

Los tanques deben ser estancos, para evitar la infiltración del agua al suelo adyacente, circunstancia que podría producir problemas de estabilidad geotécnica en edificios próximos.

Una vez finalizada su construcción, los tanques de tormentas se cubren con tierras, por lo que la lámina impermeabilizante debe ser capaz de soportar las tensiones aplicadas durante el vertido y/o compactación.

Durante esta fase de operación, el agua depositada dentro de las cajas empuja la membrana contra el terreno adyacente, por lo que es importante contar con lámina resistente a la perforación hidráulica para evitar su punzonamiento.

“La lámina de impermeabilización debe ser flexible y ligera, para facilitar la instalación y permitir la prefabricación, maximizando así la eficiencia en la instalación y minimizando los trabajos sobre el terreno”, mantienen desde AIFIm, asociación en la que están integradas ASSA, BMI CHOVA, DANOSA, KRYPTON CHEMICAL, RENOLIT-ALKORPLAN, SIKA Y SOPREMA.  

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