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Gas Radón

Es incoloro, inodoro e insípido y por eso se le conoce como el enemigo silencioso o invisible. Hablamos del gas radón que, aunque no lo sepamos, puede estar presente en nuestros hogares.

El radón, es un gas de origen natural, que se produce con la desintegración radiactiva del uranio presente en suelos y rocas. Es un fenómeno natural y habitual. Tras esta desintegración, el gas radón emana del suelo y pasa al aire, desintegrándose y emitiendo partículas radiactivas.

Lo que no supone ningún problema al aire libre (según la OMS, la concentración media de radón al aire libre varía de 5 Bq/m3 a 15 Bq/m3) sí puede serlo dentro de los edificios y cuando hablamos de concentraciones que van desde <10 Bq/m3 hasta más de 10 000 Bq/m3.

Este gas dañino puede penetrar en el interior de los edificios concentrándose en mayor cantidad en plantas bajas y sótanos. El Gobierno, consciente del problema, ha incluido entre las novedades del Código Técnico de la Edificación, aprobado en los días finales de 2019, una modificación para protegernos frente al gas.

El nuevo CTE ya incluye una nueva sección (DB-HS 6 del Documento Básico de Salubridad) para hacer frente al radón y proteger la salud de la población en el caso de una exposición prolongada a concentraciones elevadas en el interior de los edificios, dando, además, cumplimiento a las obligaciones recogidas en la Directiva 2013/59/EURATOM.

Esta normativa debe aplicarse a todos los edificios de nueva planta a construir en los municipios de las Zonas 1 y 2 (las que más concentración de gas radón tienen en España), y a las actuaciones en edificios existentes en estas zonas en los que se vaya a realizar una reforma que afecte a algún elemento constructivo que influya en la concentración de radón, así como a las ampliaciones y a las zonas afectadas por un cambio de uso. No aplica a locales no habitables ni a los habitables separados del terreno.

El nivel de referencia se ha establecido en 300 Bq/m3.

Como siempre decimos en este blog la mejor medida vuelve a ser la prevención. Así lo asegura también el CTE que recoge en su Artículo 13 que los edificios dispondrán de medios adecuados para limitar el riesgo previsible de exposición inadecuada en los recintos cerrados, presentando las soluciones para obra nueva e intervenciones en edificios existentes.

Por medios adecuados, la norma se refiere a soluciones efectivas como las que fabrican y comercializan nuestros asociados y que están diseñadas para garantizar la barrera de protección. De esta forma el gas radón, el enemigo silencioso, se queda fuera de nuestro hogar y nosotros dentro con la seguridad y la salubridad garantizadas.