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España tiene una ubicación privilegiada para el aprovechamiento del sol, siendo uno de los países europeos que disfruta de más horas de luz solar, en torno a 3.000 anuales, lo que sitúa a nuestro país como líder del mercado fotovoltaico gracias a su potencial de generación de energía.

En este contexto, y teniendo en cuenta que Europa avanza hacia la transición energética para conseguir la descarbonización del parque edificado en 2050, los edificios se convierten en piezas clave para alcanzar la neutralidad en carbono y sus cubiertas, en los espacios más adecuados para albergar las tecnologías fotovoltaicas.

“Nuestros edificios han de pasar de ser verdaderos sumideros energéticos a ser generadores de una energía limpia, la fotovoltaica, que reduce el consumo y la huella ambiental”, destacan desde la Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización, AIFIm.

Así las cosas, el impulso del autoconsumo fotovoltaico se ha convertido en una prioridad de las Administraciones; la aprobación de nuevas regulaciones, incentivos fiscales y subvenciones procedentes de los Fondos NextGenerationEU son algunas de las medidas adoptadas.

Gracias a las ayudas del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), transferidas a las distintas Comunidades Autónomas, el auge de estas instalaciones fotovoltaicas ya se está dejando notar tanto en grandes superficies de cubiertas industriales y comerciales, como a nivel residencial, destacando un mayor crecimiento en comunidades como Cataluña, Valencia, Andalucía y las islas.

Para evitar que los módulos de los paneles fotovoltaicos sufran el “efecto vela” o desplazamiento causado por fenómenos atmosféricos adversos (fuerte viento, peso de la nieve…), los soportes para paneles solaresconstituyen un elemento necesario y muy importante en este tipo de instalaciones. Estos componentes no solo proporcionan una correcta sujeción a las placas, sino una estabilidad en la orientación y ángulo de inclinación para que estas tengan el máximo rendimiento de radiación solar.

Por este motivo, los anclajes y el dimensionamiento de las estructuras son algunos de los aspectos que más preocupan en AIFIm. La asociación está en contacto directo con la UNEF (Unión Española Fotovoltaica) para la resolución de las dudas que se van planteando.

Ventajas e inconvenientes

Para empezar, antes de proceder a la colocación de placas fotovoltaicas es fundamental disponer de un estudio previo y asesoramiento técnico cualificado que tenga en cuenta el proyecto de instalación de soportes para las cubiertas planas de los edificios, pues de la elección de una solución segura y adecuada, dependerá el éxito de esta intervención.

Entre las ventajas que presentan los distintos soportes fotovoltaicos existentes en el mercado, destacan la durabilidad de su unión a la cubierta o los elementos estructurales, con un anclaje seguro e impermeable; una fácil y rápida instalación, que permite un ahorro de tiempo y mano de obra; y la compatibilidad con la mayoría de las membranas de TPO y PVC, y de bitumen.

Asimismo, los soportes ayudan a proteger las cubiertas planas de los posibles daños derivados del movimiento de otros elementos, eliminando asimismo la carga del viento sobre la lámina, que se transmite directamente a la cubierta estructural.

Si hablamos de inconvenientes, los paneles solares movidos por el viento, una estanqueidad dañada, la humedad infiltrada y el aumento de peso por el lastre, son solo algunos de los efectos adversos de las placas fotovoltaicas escasamente fijadas. Fallos que pueden dar lugar a una reclamación al arquitecto o al instalador de los paneles e, incluso, de la impermeabilización.

Tipos de soportes fotovoltaicos

Existen diferentes clases de soportes en función de su movilidad (fijos

-muy utilizados para módulos fotovoltaicos planos- o móviles -para conseguir una mayor captación solar, aunque consumen más electricidad y tienen un mayor mantenimiento-), del material con el cual están fabricados (aluminio, acero, hormigón, poliamida) y del tipo de anclaje o fijación (contrapesos -la cubierta debe ser capaz de soportar el peso de las placas de hormigón-, anclados mecánicamente -estructuras metálicas ancladas al soporte-, mixtos -soportes de hormigón con fijación mecánica- y soldados a la impermeabilización -no necesitan perforación y pueden ser instalados por el impermeabilizador, aportando la máxima seguridad y protección a la impermeabilización de la cubierta-).

Soluciones de anclaje

Esta es una de las razones por las que las empresas asociadas a AIFIm y los socios colaboradores están desarrollando soluciones de anclaje de placas solares fotovoltaicas en cubiertas planas cada vez más fiables.

Por ejemplo, en el mercado nos encontramos con sistemas de instalaciones de paneles rígidos fotovoltaicos, formados por soportes con inclinaciones de entre 10º y 15º, fijaciones de TPO, PVC o bitumen y accesorios (perfiles, deflectores de viento, grapas, tornillos).

Estas soluciones se caracterizan por tener una conexión segura con la membrana de cubierta impermeabilizante, siendo las fijaciones instaladas componentes clave. Estas aumentan el área de contacto significativamente, lo que es importante para la distribución uniforme de las cargas reduciendo así las cargas de compresión locales sobre el aislamiento térmico.

Asimismo, estos sistemas de fijación son totalmente estancos al viento y al agua, y su versatilidad les hace ser aptos tanto para cubiertas nuevas como existentes, para sistemas con fijación mecánica o totalmente adherida e ideal como sistema de soporte para asegurar materiales de fachada como madera o aluminio en la cubierta.

Los soportes fotovoltaicos para cubiertas planas favorecen la inclinación óptima de los paneles fotovoltaicos en la cubierta, tanto orientados este-oeste como con orientación sur, con el objetivo de buscar la mejor orientación posible según la ubicación del proyecto.

Otra de las cualidades que presentan estas piezas es que se pueden adaptar a las necesidades del proyecto (aumento de puntos de fijación para mejorar la resistencia, cambio del perfil exterior para adaptarse a la aplicación final del cliente…).

“El potencial que tienen las cubiertas de los edificios para la generación de energía en viviendas y zonas comunes del inmueble, y la posibilidad de poder compartir esta energía con aquellos bloques de pisos cercanos que, por su ubicación, no pueden colocar placas solares, hacen que las tecnologías fotovoltaicas sean la fuente renovable con mayor futuro en nuestro país”, concluyen desde AIFIm.

Artículo publicado en Futur Energy