Recibe las últimas informaciones de AIFIm

ACTUALIDAD

La DAP, una herramienta para avanzar en la descarbonización del parque edificado

En agosto la organización WWF anunció que la Tierra acababa de agotar sus recursos para el año 2023, es decir, a partir de ese momento la población mundial vive del “crédito” que el planeta quiera conceder. Una situación que en España ha llegado incluso antes, el 12 de mayo.

Consumimos más de lo que la Tierra es capaz de generar y, además, cada vez lo hacemos a mayor velocidad. Ante esta situación, desde diferentes organismos e instituciones nacionales y supranacionales se está trabajando en una transición hacia otra forma de producir, pero también de consumir. Un cambio en nuestro modelo económico actual (lineal), hacia una economía circular.

Este proceso abarca todos los sectores de la economía, siendo la construcción uno de los que más oportunidades ofrece, pero también de los que más dificultades presenta. El Informe País de Green Building Council España (GBCe) señala a la economía circular como una de las seis principales urgencias del sector, destacando que un mayor conocimiento sobre el edificio y los materiales empleados en su construcción; su separación, valorización y reciclaje, permitirán avanzar en la descarbonización del parque edificado a lo largo de todo su ciclo de vida.

Pero, ¿cómo conocer las características o el rendimiento de los materiales de construcción en toda su vida útil? Los fabricantes, en muchas ocasiones de manera voluntaria, someten a sus productos a ensayos y pruebas que acreditan sus propiedades, ofreciendo una valiosa información a los profesionales y ayudándoles a tomar la decisión más adecuada para su proyecto. Entre estas evaluaciones, que pueden ser de carácter interno o externo, encontramos las DAP (Declaraciones Ambientales de Producto o Environmental Product Declarations, EPD) que “proporcionan un perfil ambiental fiable, relevante, transparente, comparable y verificable que permite destacar un producto respetuoso con el medio ambiente, basado en información del ciclo de vida (ACV) conforme a normas internacionales y datos ambientales cuantificados”, como destaca AENOR en su página web, ya que es una entidad reconocida para la emisión de las DAP en España conforme a la Norma EN 15804.

“Una DAP es una declaración ambiental certificada elaborada en conformidad con la norma internacional ISO 14025 (Declaraciones Ambientales Tipo III). Se trata de una información ambiental de producto y/o servicio, basada en el análisis de ciclo de vida (ACV), donde se estudia un producto a lo largo de su vida útil –desde la extracción de las materias primas, pasando por su fabricación e instalación hasta su fin de vida–, permitiendo conocer su impacto ambiental, y en otros datos relevantes. Esta documentación añade una nueva dimensión al mercado, informando sobre el desempeño o alcance ambiental de productos y servicios, permitiendo avanzar en los objetivos de descarbonización del parque edificado y en la aplicación de criterios de economía circular en construcción”, explican desde AIFIm, asociación de fabricantes de impermeabilización, que representa a las principales empresas del sector (ASSA, BMI-Chova, Danosa, Krypton Chemical, Mapei, Renolit-Alkorplan, Sika y Soprema). Desde la asociación también recuerdan que dado el carácter voluntario de las DAP, por lo que los datos que las empresas proporcionan no tienen por qué ser los mismos y, por lo tanto, comparables con los de otros productos o sistemas similares.

Las DAP deben seguir las Reglas de Categoría de Producto RCP, que vienen definidas en la normativa europea UNE EN 15804: “Solo cuando se hayan utilizado las mismas reglas de categoría de producto y se hayan incluido todas las etapas relevantes del ciclo de vida, la DAP se podrán comparar fácilmente –siempre que se considere su funcionalidad y uso en el edificio–. También es importante tener en cuenta cualquier material o trabajo adicional necesario para que los mismos productos alcancen un nivel de rendimiento similar, por ejemplo, retardadores de fuego o soportes de cimentación, y tener en cuenta cualquier diferencia en la vida útil, el mantenimiento y la eliminación”, aclaran desde AIFIm.

Cualquier empresa puede optar a desarrollar una DAP sobre un producto, aunque es importante aclarar que disponer de ella no significa que el producto tenga un mejor comportamiento ambiental que otros que no la tengan, la información que proporciona es de gran utilidad a la hora de diseñar un edificio, especialmente de cara a reducir su impacto ambiental.

“Las DAP brindan información ambiental sobre el uso de materiales y combustibles secundarios y energía y materiales renovables en la producción, y qué tan recuperable es el producto al final de su vida útil, y qué beneficio podría tener su reciclaje. Esto permite a los arquitectos diseñar edificios que aborden la economía circular”, aclaran desde AIFIm.

Herramientas como las plataformas de materiales o BIM incluyen los datos de las DAP, lo que facilita la toma de decisiones en la fase de diseño de un proyecto, ya que se puede conocer el funcionamiento y rendimiento de cada producto y sistema instalado, previendo aquellas necesidades de mantenimiento que puedan surgir a lo largo de la vida del edificio. Además, también se puede contemplar la finalización de su ciclo de vida, su desmontaje, valorización y reciclaje (si fuese posible) incluso antes de iniciar la ejecución del edificio.

Estas fichas también pueden utilizarse para la evaluación del uso sostenible de los recursos y el impacto medioambiental de las obras de construcción requerida por el Reglamento EuropeO de Productos de Construcción. Además, la información que proporcionan también se valora a la hora de obtener un certificado de sostenibilidad de un edificio como BREEAM, LEED o VERDE GBCe.

¿Qué información brindan las DAP?

Dependiendo del tipo de Declaración Ambiental de Producto la información que ofrece puede ser relativa a su ciclo de vida (de la cuna a la tumba) o incluyendo las fases de producción y procesado, así como la transformación en el producto final (de la cuna a la puerta).

Asimismo, las fichas pueden ser de un único producto, de una gama o familia completa, o pueden realizarse sobre una familia de productos promedio de varios fabricantes, lo que se conoce como DAP sectorial. Este tipo de DAP se lleva a cabo tomando como referencia datos representativos del sector relativos a dicho producto y la información que ofrece no solo es de utilidad a la hora de tomar decisión de compra, también sirve como comparativa a las empresas que operan en ese mercado, para evaluar sus productos y mejorarlos si fuese necesario.

“Los fabricantes de materiales y sistemas constructivos están firmemente comprometidos con la transición hacia un sector más sostenible, descarbonizado y circular. Por este motivo, este tipo de herramientas son de gran utilidad para ellos, ya que les ofrecen un marco de referencia sobre el que actuar para ofrecer al mercado productos cada vez más competitivos desde el punto de vista del impacto ambiental”, concluyen desde la asociación.

En AIFIm los profesionales del sector encontrarán el asesoramiento necesario para entender la información de las DAP y su posible comparativa.

Artículo publicado previamente en Irehabitae el 28 de noviembre de 2023

Si quieres recibir las últimas informaciones que ofrece AIFIm introduce aquí tu correo electrónico: