Recibe las últimas informaciones de AIFIm

BLOG

Cómo impermeabilizar la piscina para ponerla a punto para el verano

Uno de los signos inequívocos de que el verano ha llegado es la apertura de las piscinas. Ya sean públicas, particulares o comunitarias, durante los meses de mayo y junio abren sus puertas para dar servicio a una población ansiosa de refrescarse y desconectar en las horas de más calor. Su acondicionamiento y puesta a punto en las semanas previas será clave para asegurar un baño divertido y sin sustos para el bolsillo, ya que un vaso en malas condiciones puede suponer un desperdicio de un recurso tan valioso como el agua, de hasta 500 litros al día.

¿Cuáles son los problemas a los que nos podemos enfrentar?

El deterioro de las piezas (baldosines, mosaico, etc.) y las pérdidas de agua por el mal estado (o mala instalación) de las tuberías o de la impermeabilización son problemas habituales en este tipo de construcciones que, sin embargo, son fáciles de detectar y solucionar.

Si el primero de los defectos se puede apreciar a simple vista, las fugas de agua se hacen evidentes ante la bajada rápida y constante del nivel. De hecho, una piscina media –tipo familiar– podría vaciarse completamente en menos de un mes si no se actúa y repara la fuga.

Para tener todo bajo control, es recomendable llevar a cabo la impermeabilización bajo baldosa del vaso de la piscina, además de un buen sellado de los puntos críticos como impulsores, focos y skimmers (los filtros que aspiran y retienen los residuos) para asegurar su estanqueidad.

¿Cómo debemos proceder?

Tanto si nos encontramos ante una piscina de obra nueva, como ante la rehabilitación de una existente, lo primero que debemos de tener es un soporte limpio y regular para realizar los trabajos con las mayores garantías y seguridad posibles. Si el vaso es de reciente ejecución, habrá que prestar atención a que el hormigón haya fraguado correctamente y que sea estable.

Para la limpieza del vaso podemos optar por diferentes sistemas, según el grado de dificultad para su eliminación: procedimientos manuales como el picado, el abujardado o el cepillado, o bien medios mecánicos como el fresado, granallado, lijado o chorro de agua, de arena o agua-arena.

Una vez llevados a cabo los trabajos de limpieza y comprobación del soporte, se humedecería antes de la aplicación del sistema de impermeabilización. Desde ANEDI, a través de su Guía de Impermeabilización, nos recomiendan seguir siempre los tiempos mínimos y máximos establecidos por el fabricante.

¿Cuál es el sistema de impermeabilización más adecuado?

Existen varias opciones para llevar a cabo los trabajos de impermeabilización, pero desde AIFIm recomendamos contar siempre con la valoración de un experto, que determinará cuál es la mejor solución para cada caso.

a) Impermeabilización con lámina armada

Esta impermeabilización se usa tanto en la construcción de una piscina nueva como en la rehabilitación de una existente y consiste en la aplicación de una membrana de PVC continua con una gran variedad de espesores y acabados disponibles.

b) Impermeabilización con poliurea

Este compuesto crea una membrana resistente e impermeable, que puede colocarse en cualquier tipo de superficie plana con una buena preparación previa, que no deje grietas ni irregularidades.

Hay que tener en cuenta que la impermeabilización con poliurea no se podrá aplicar cuando exista presión negativa.

c) Impermeabilización con mortero cementoso flexible y acabado pétreo o cerámico

La ejecución de esta impermeabilización empieza por aplicar un sistema de mortero impermeable epoxi. Este tipo de producto debe protegerse de la radiación solar, por ello, una vez fraguado se debe colocar sobre él un acabado, como por ejemplo un alicatado de gresite. “En el caso de alicatar, se deberá esperar como mínimo cuatro días para colocar las baldosas”, nos recuerdan desde ANEDI.

Esta solución se puede colocar mediante brocha, rodillo o proyectado –en el caso de aplicación con rodillo o brocha, pueden ser necesarias varias manos adicionales para conseguir el espesor necesario–, en función de las condiciones que establezca el fabricante del producto.

Una vez finalizados los trabajos de instalación del sistema de impermeabilización, es muy importante asegurarse de que los materiales sobrantes se retiran correctamente a través de un contratista autorizado en la gestión de residuos, y que no quedan restos atascando los desagües.