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Cómo proteger el edificio ante posibles DANAS

Las inclemencias meteorológicas propias del invierno, que están llegando a los distintos puntos de España en forma de nieve, agua y viento, ponen a prueba las condiciones de conservación y mantenimiento de los edificios y las viviendas.

Todavía quedan meses por delante en los que las DANAS o, quién sabe, posibles “Filomenas”, puedan hacer acto de presencia y pongan en riesgo la seguridad de nuestras viviendas. De ahí que sea fundamental tener en cuenta una serie de consejos para prevenir los desperfectos que, por falta de previsión, se pueden ocasionar en los edificios.

Para empezar, es importante inspeccionar el tejado. Normalmente, los técnicos especialistas accederán a la cubierta, siempre con todas las medidas de seguridad en regla y cuando las condiciones meteorológicas sean favorables, para verificar que todos los elementos estén bien sujetos y no hay riesgo de desprendimientos. Tejas, canalones, chapas, antenas, tendederos, macetas… pueden convertirse en objetos peligrosos para los viandantes.

Estos elementos deben estar bien “anclados”, pero también en buen estado de conservación, ya que su deterioro puede dar lugar a filtraciones de agua y la aparición de humedades y goteras. Por ello, después de realizar una primera inspección visual de la cubierta, es fundamental revisar la impermeabilización para descartar estas patologías.

La exposición continuada a fenómenos meteorológicos adversos puede haber ocasionado desperfectos en la cubierta, principalmente en los aislamientos térmicos y acústicos del edificio. En este caso, se debe priorizar una rehabilitación de la cubierta teniendo en cuenta que los materiales de impermeabilización no solo son importantes para garantizar la sostenibilidad y el confort del edificio, sino que deben ser soluciones que certifiquen el buen comportamiento que tendrá dicha cubierta ante futuras DANAS.

Realizadas las obras de reforma de la cubierta, los especialistas tendrán que verificar su estado con la prueba de estanqueidad de la impermeabilización. Solo así se evitarán problemas de filtraciones de agua y la aparición de goteras en la fachada o en los pisos inferiores.

Hay que tener en cuenta que las humedades son uno de los principales problemas que se dan en las cubiertas, pero también en las fachadas, los vierteaguas, las medianeras, las cornisas o los muros, debido a la ausencia o deficiencia de impermeabilización.

La llegada de fondos europeos para la rehabilitación de edificios hace que este sea un muy buen momento para aprovechar estas ayudas y poner nuestra cubierta en perfecto estado de inspección y a prueba de fenómenos meteorológicos adversos.