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IMPERMEABILIZACIÓN Y EFICIENCIA ENERGÉTICA.

En Europa, los edificios son responsables del 40% del consumo de energía y del 36% de las emisiones de CO2, por lo tanto, para alcanzar los objetivos de sostenibilidad de las Naciones Unidas, el sector de la construcción tiene un papel fundamental.

Como muestran los sellos de los edificios sostenibles, cada elemento del edificio debe trabajarse en esta dirección. El entorno tiene un papel principal (paredes, cercas, cubiertas), pero también la ubicación del edificio, el consumo de suelo, etc.

Sin embargo, en climas cálidos como los de España y Portugal, es necesario tener en cuenta que la cubierta es la superficie más ancha de todo el edificio expuesto al sol. Esto significa que la cubierta tiene el potencial más importante para optimizar los recursos energéticos.

Por lo tanto, recomendamos el uso de cubiertas eficientes como las denominadas cool roof y ajardinadas. Estas soluciones se definen conforme a tres criterios:

– El valor de reflectividad, es decir, la capacidad del material para reflejar el calor y los rayos del sol que reciben (expresado en%)

– El valor de emisividad, es decir, la capacidad del material para volver a emitir la energía absorbida como calor (expresado en%)

– El SRI (Índice de reflectancia solar): es un índice que se obtiene al interpolar los dos datos de reflectividad y emisividad. Permite identificar la calidad de la «eficiencia» de cada producto. Normalmente, los productos blancos o ligeros tienen un SRI más alto (> 75).

La construcción de sellos de certificación, así como los estándares locales o nacionales, requieren, recompensan o recomiendan el uso de productos con alto SRI. Esta tecnología está bien valorada en el enfoque de edificios de energía casi nula.

Muchos estudios independientes demuestran cómo los techos ligeros transmiten mucho menos calor dentro de los edificios, reduciendo en primer lugar la temperatura interna, reduciendo la necesidad de energía eléctrica para el aire acondicionado y, además, favoreciendo la reducción del efecto de «isla de calor», con beneficios económicos, sociales y ambientales.

Otra tecnología recomendada es la cubierta ajardinada, que, debido a las plantas, la humedad que se genera y el color de la vegetación, actúa como una cubierta fría.

En la construcción tradicional, se valoran más criterios, como la estética o el precio, mientras que en la construcción eficiente el criterio es diferente: la parte positiva es que uno no tiene que renunciar a una buena estética o un precio asequible para lograr una construcción eficiente.