OBRAS DE REFERENCIA

Pese a ser una construcción reciente (2005), la cubierta del auditorio Centro Cultural del Parque del Paraíso comenzó pronto a mostrar problemas. Su mal estado y las deficiencias presentadas por patologías en la construcción original provocaron que fuese urgente planear una rehabilitación de la impermeabilización de todas sus cubiertas.

El Paraíso es el mayor parque del distrito madrileño de San Blas-Canillejas en cuanto a superficie, arbolado e instalaciones: fuentes ornamentales, áreas infantiles, pistas de petanca y patinaje, circuito deportivo y un carril bici que lo recorre completamente.

En el centro del parque se ubica un moderno auditorio de 550 m² donde se celebran las fiestas del distrito y todo tipo de eventos al aire libre como festivales de jazz, conciertos o ciclos de cine.

El arquitecto municipal, Cleto Barreiro Sorrivas, se inspiró en la obra del arquitecto Frank Gehry, autor de proyectos como el conocido Museo Guggenheim de Bilbao, para el diseño de las tres cubiertas onduladas que coronan el proyecto y que han tenido que ser rehabilitadas.

Dada su altura, el proyecto de rehabilitación no ha estado exento de complejidad. La constructora responsable, Grupo Ortiz, comenzó las obras de remodelación de los 2.000 m² de todo el complejo, en abril de 2019 y confió en Cubiertas Cibeles para la impermeabilización de las tres cubiertas mediante una lámina de PVC de la empresa SIKA, uno de los asociados de AIFIm, la Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización.

En su informe inicial de la obra, Cubiertas Cibeles puso de relieve que las estructuras manifestaban humedades y otras patologías debido a la gran inestabilidad dimensional de la solución existente. Javier Langa, su director Técnico, detalla que los tres pabellones con cinco paraboloides en su cubierta, presentaron una notable complejidad en su rehabilitación e impermeabilización. “Primeramente instalamos unas argollas de seguridad y unos andamios en zonas puntuales, con camiones y grúas especiales, hasta que quedó instalado todo el sistema de cuerdas. A partir de ahí, el grado de dificultad siguió porque tuvimos que hacer frente al desmontaje del sistema instalado en origen, con unas láminas muy deterioradas y limpiar todas las cubiertas”.

La constructora inicial había elegido un sistema alemán para la impermeabilización original del auditorio con una membrana de caucho sintético. A lo largo de los años y dado el mal resultado de esta primera instalación se habían efectuado reparaciones parciales que no habían conseguido superar las deficiencias presentadas por la infraestructura.

“Desde hace algunos años, las cubiertas presentaban problemas que ya habíamos identificado en algunos informes técnicos. Sobre las lamas de madera se habían aplicado hasta morteros que también tuvimos que retirar junto a la impermeabilización del sistema original para adecuar el soporte a una nueva instalación y poder aplicar el tratamiento requerido”, explica Langa. “Lo más probable es que los materiales que se eligieron, que llegaban a España como una gran novedad y además no eran precisamente baratos, no se comportasen bien estructuralmente ni funcionase su sistema de anclaje”, matiza.

Necesidad de un estudio previo

AIFIm, formada por las más destacadas empresas fabricantes de sistemas de impermeabilización como ASSA, BMI, ChovA, Danosa, Mapei, Renolit, Soprema y la mencionada SIKA, siempre recomienda realizar un completo estudio previo a las obras de instalación que ayudará a elegir el material más adecuado para cada infraestructura.

Con la nueva intervención no se ha presentado ningún problema, ni ha sido necesario realizar ninguna reparación, pese a fenómenos tan adversos como la borrasca Filomena que castigó Madrid a primeros de 2021.

La lámina de PVC se eligió debido a su estabilidad dimensional. Además, se instalaron unos perfiles decorativos para diseñar una cubierta con un importante atractivo estético. “Tras la colocación de los sistemas de seguridad, el levantado de zonas perimetrales, el desatornillado de perfiles, el levantamiento y corte de la lámina existente y del sistema de anclaje; diseñamos los perfiles colaminados teniendo en cuenta que al ser figuras paraboloides debíamos de ajustar a los radios de curvatura de dicho perfil”, detalla el director Técnico de Cubiertas Cibeles.

Solo una vez realizados todos estos preparativos pudo procederse a la instalación de la lámina flexible de PVC de color gris oscuro y fijada al soporte de madera con fijaciones mecánicas en solapes y una posterior termo soldadura con un robot automático. La obra concluyó con la fijación de los perfiles de PVC –P termo soldados cada 90 centímetros para imitar el acabado de una cubierta de bandejas de zinc con junta alzada.