OBRAS DE REFERENCIA

La impermeabilización en la obra civil es sinónimo de precisión y técnica. La ausencia de los riesgos causados por las patologías asociadas al agua y ampliar la vida útil de estas estructuras son dos consecuencias derivadas de una correcta instalación. Para la Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización (AIFIm), “una buena impermeabilización tendrá en cuenta todo aquello que en el futuro pueda modificar sus características iniciales, cumpliendo lo expresado en las diferentes normativas y fijando un plan de mantenimiento futuro”.

Y en obra civil (puentes, viaductos, etc.) cobra especial significado, dada la importancia que tiene la durabilidad de la instalación. La dificultad de intervención por el tráfico de maquinaria y vehículos obliga a planificar la impermeabilización en varias fases. Veamos un ejemplo. Soprema Iberia, una de las empresas asociadas a AIFIm, ha participado en el proyecto del viaducto construido en la línea del AVE Madrid – Extremadura en dos tramos: el corredor desde Navalmoral de la Mata a Casatejada, y el que transcurre sobre el Arroyo Terzuelo (Tablero Puente). Finalizada la obra ha llegado el momento de analizar las claves de este proyecto de impermeabilización, que ya es un caso de éxito en ingeniería civil.

El tramo Navalmoral de la Mata – Casatejada tiene una longitud de 10,6 km que discurren por los términos municipales de Navalmoral de la Mata y Casatejada, en la provincia de Cáceres. Destaca, entre otros elementos, el viaducto de 510 m de longitud sobre la autovía EX-A1, que es el que ha sido impermeabilizado con soluciones de Soprema. Láminas bituminosas Para llevar a cabo esta obra se han suministrado 11.000 m2 de láminas bituminosas.

“Las láminas bituminosas, llamadas también asfálticas, son el sistema más tradicional y demandado en edificación. Tiene muchas variantes y resuelve de forma sencilla el problema de los puntos singulares. Su aplicación puede ser adherida, no adherida, semiindependiente o autoadhesiva; con monocapa, bicapa, o multicapa”, explican desde AIFIM.

Según Soprema, “las soluciones de impermeabilización bituminosa en obra civil son muy comunes en la protección de estructuras de hormigón armado a cielo abierto. La velocidad con la que se aplican estas soluciones, añadido a su coste reducido, las convierte en una de las soluciones más apropiadas. Además, la masa mínima exigida de 6 kg/m2, según las normativas estatales, ofrece una dotación y características mecánicas muy elevadas”. Para este tramo se utilizó lámina bituminosa, una membrana especialmente diseñada para tableros puentes (Morterplas SBS FP-T 6 Kg), con una capa de imprimación previa (Emufal Primer) para garantizar la adherencia de la lámina.

Esta lámina modificada, de altas prestaciones mecánicas, aumenta y protege la estructura aumentando su durabilidad. La adherencia al soporte es esencial para este tipo de aplicación, dado que el tipo de cargas dinámicas que sufren a lo largo de su vida, tráfico rodado o ferroviario, exigen que el sistema no se mueva del soporte, para evitar que el pavimento tenga deformaciones por la rodadura.

La intervención en obra civil no está exenta de dificultad en comparación con la impermeabilización en edificación. “Las elevadas características mecánicas exigidas en casos de obra civil, hacen que se trabaje con membranas preconformadas de gran tamaño y peso. A pesar de que existe maquinaria especializada que ayuda a su colocación, todavía se utiliza poco en España”, explican desde Soprema. Esto no ocurre en edificación, donde los gramajes son inferiores, por lo que es más fácil de manipular el producto, pero, por el contrario, suele haber más detalles y encuentros a resolver que ralentizan los trabajos. Durabilidad de la instalación

El segundo tramo del viaducto en el que ha intervenido Soprema, con una longitud de 175 m, se encuentra sobre el arroyo Terzuelo y forma parte del tramo Estación de Plasencia Plataforma – Ramales de conexión en Plasencia, de aproximadamente 1,8 km de longitud. Discurre en su totalidad por el término municipal de Malpartida de Plasencia, también en la provincia de Cáceres.

Este viaducto es el elemento más reseñable del tramo donde también se han construido dos pasos inferiores y tres obras de drenaje prefabricadas, adaptados como pasos de fauna que, junto con el viaducto, garantizan la permeabilidad faunística de todo el tramo. Para este tramo, también se han destinado 4.500 m2 de impermeabilización bituminosa especialmente diseñada para tableros puentes.

Soprema destaca la mayor ventaja: la durabilidad y resistencia de estas impermeabilizaciones quedan encapsuladas en el sistema durante más de 20 años, protegiendo la estructura de la humedad que pueda hacerla colapsar a largo plazo. Las pruebas de carga que se hacen con camiones para asegurar la correcta impermeabilización del viaducto no dejan lugar a dudas. No hay que olvidar que el punzonamiento que provocan las cargas estáticas y dinámicas de estos sistemas exigen armaduras de altas características. “La prueba de carga es un esfuerzo al punzonamiento estático elevado y sólo pueden soportarlo armaduras que tengan resistencias al punzonamiento estático elevado según EN 12730 (método A). También se somete a la membrana a una resistencia al impacto, por lo que se le exige valores altos según la norma EN 12691”, explican en Soprema.

Ambos ensayos, junto a la resistencia a la tracción, son, pues, esenciales para resistir la prueba de carga en obra, y garantizar el éxito de la impermeabilización. Este proyecto en el viaducto del AVE Madrid-Extremadura es, sin duda, un ejemplo de cómo es importante elegir el sistema de impermeabilización más adecuado a las necesidades de cada obra, concluyen en AIFIm.