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Las membranas líquidas requieren una adherencia completa sobre los soportes sobre los que se aplican, ya sean hormigón, mortero u otros materiales, ya que su rendimiento y durabilidad dependerá de la calidad de esta adhesión.

Una de las principales ventajas es que con una correcta adhesión se evita la circulación del agua entre las capas, lo que ayuda a la detección, localización y reparación de posibles fugas.

Para ello es fundamental preparar adecuadamente el soporte sobre el que se aplicará el sistema de impermeabilización líquida, que deberá estar limpio de cualquier sustancia, incluso eliminando los sistemas preexistentes.

Los sistemas 100% adheridos basan su funcionamiento en el trabajo cohesivo y monolítico con el soporte sobre el que se aplican.  Según estudios independientes, más del 25% de los fallos en reparación estructural se producen por pérdida de adherencia entre el soporte y el producto aplicado.

Además de los soportes de hormigón y mortero, que son los más habituales, nos encontramos con otros, menos casuales, pero que necesitan su preparación indicada para cada caso.

Soporte metálico

Las superficies metálicas pueden requerir:

• Limpieza a chorro seco con sílice/ agua para eliminar grasas, cascarillas, óxido, corrosión, pintura, etc.
• Limpieza con disolvente (base cetona) para limpiar y abrir el poro superficial.
• La superficie metálica se podrá preparar también con limpieza manual, mecánica, de llama, granallado o decapado.

Soporte cerámico

Será necesario retirar las piezas no adheridas a la losa y rellenar la zona con cemento compuesto por una mezcla de resina epoxi y arena de sílice para nivelar la superficie.

La preparación del soporte en este caso se realizará por desbastado/ lijado suave general para abrir el poro de las piezas y para limpiar.

Finalmente, será necesario limpiar y reparar las juntas de dilatación existentes, retirando el material sobrante, limpiando y rellenando con mastic de PU. Estas operaciones irán seguidas de la imprimación, la aplicación de la membrana impermeabilizante y la protección alifática.

Soporte de membrana asfáltica

Se realizará una limpieza con agua a presión para eliminar suciedad y polvo.

Será necesario comprobar la adherencia de los solapes (en láminas y refuerzos perimetrales).

En membranas de acabado fino se realizará una limpieza general de la superficie antes de aplicar la imprimación y si es posible se eliminará la película reflectante ya que, en muchos casos, el calor y la presión generados por la aplicación de la poliurea la arrancan. En membranas de acabado rugoso se realiza la limpieza directamente.

Soporte de pintura acrílica

Si es posible, se realizará un lijado ligero para extraer el material pelado o despegado y a la vez, abrir el poro superficial. La limpieza general se puede realizar con un sistema de aspiración.

Una vez preparado el soporte y antes de la aplicación de la poliurea también será necesario verificar la resistencia a la ruptura del propio sustrato, para evitar que la aplicación de la membrana líquida cause delaminación del sustrato. Estas pruebas de adhesión siempre deben realizarse de conformidad con un estándar ya que, de lo contrario, los valores no son comparables y por lo tanto no resultarán fiables.

Cada soporte requiere, como hemos visto, una preparación distinta para conseguir una solución duradera y eficaz que evite degradaciones o reparaciones futuras.