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Pasillos técnicos, el “camino” para conseguir cubiertas eficientes y seguras para los trabajadores

Europa ha iniciado el camino para frenar los efectos del cambio climático, que pasa por una actuación masiva en su parque edificado. Entre los objetivos fijados desde Bruselas encontramos un descenso de, al menos, un 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) –con respecto de las cifras de 1990–; un incremento de la mejora de la eficiencia energética del 32,5%, y un incremento en el uso de energías renovables del 32%. En este contexto, la rehabilitación de los inmuebles va a ser clave, por lo que no es difícil suponer que se incrementarán de manera exponencial las obras en edificios y, por supuesto, las actuaciones en altura como la renovación de cubiertas o la colocación de instalaciones fotovoltaicas.

Para garantizar un parque edificado más eficiente y seguro, también habrá que contemplar aspectos como la seguridad a la hora de llevarlas a cabo.

En España, según datos del INE, la Construcción fue el segundo sector en número de accidentes laborales (14,76% del total), siendo los trabajos realizados sobre una superficie fija elevada los segundos en la clasificación por número de heridos (298), solo por detrás de los trabajos subterráneos en minas. ¿Por qué se produce esta situación? ¿No existe suficiente información o formación por parte de los trabajadores? ¿Son estos más descuidados?

Pese a lo que pueda parecer, los problemas de diseño de la cubierta y la ausencia de medidas de seguridad son causa de este tipo de accidentes: caídas durante el acceso o descenso, problemas con los materiales de cubrición, que pueden romperse o provocar resbalones al pisar sobre ellos, o por fallos en el perímetro de la cubierta. En definitiva, hablamos de problemas que se hubiesen podido evitar mediante el diseño de una cubierta segura.

¿Qué es una cubierta segura?

Es aquella en la que se ha eliminado el riesgo de caída, por lo que cualquier empresa o trabajador cualificado puede realizar las tareas de reparación o de mantenimiento sin necesidad de adoptar medidas preventivas adicionales o instalar otros medios de acceso que garanticen su seguridad.

Entre sus principales características cabe destacar la resistencia. Es decir, debe idearse y calcularse de manera que sea capaz de soportar la carga adicional que previsiblemente pueden acarrear los trabajos de reparación y/o mantenimiento. También deber de ser antideslizantes y con elevada durabilidad al paso del tiempo y a los elementos (sol, lluvia, nieve…).

Otro de los aspectos que hay que tener en cuenta en el diseño son los accesos a la misma, ya que, si carece de ellos o están en mal estado, los trabajadores deberán contemplar medidas adicionales para su seguridad.

Pasillos técnicos y el mantenimiento seguro de la cubierta

Mención aparte merecen aquellas cubiertas no transitables sobre las que encontramos instalaciones como aparatos de climatización o sistemas fotovoltaicos. Para llevar a cabo cualquier tipo de actuación de mantenimiento de manera segura, garantizando tanto la integridad del trabajador como la de la propia cubierta será necesaria la instalación de pasillos técnicos.

Estos son pasos seguros, que permiten al trabajador transitar por la cubierta para llevar a cabo las labores de reparación y/o mantenimiento. Se instalan en la fase final de la impermeabilización de la cubierta y cumplen una doble misión:

  1. Proteger la impermeabilización de posibles daños (roturas, desgarros, punzonamientos…) ocasionados por los trabajadores durante los trabajos en altura.
  2. Servir como elemento de seguridad para transitar de manera segura sobre la cubierta, evitando caídas, sobre todo en superficies con impermeabilización sintética. Tanto las láminas de TPO como las de PVC son resbaladizas, especialmente si están mojadas por el agua de lluvia, por ejemplo.

Este tipo de pasillos deberán cumplir una serie de características: tendrán que ser firmes y estables, antideslizantes, con sistema de drenaje, diferenciarse claramente del resto de la cubierta e ir señalizado convenientemente. Además, el material con el que se realicen ha de ser totalmente compatible con el sistema de impermeabilización de la cubierta, evitando perforaciones o acabados con aristas afiladas o bordes cortantes. En cuanto a sus dimensiones, aunque dependerá del tipo de espacio, s recomienda una anchura mínima de 1,5 metros, para poder transportar maquinaria sin riesgos.

Asimismo, desde AIFIm recomendamos siempre el empleo de sistemas homologados que garanticen la seguridad del trabajador durante cualquier tipo de trabajo en altura, como la línea de vida.

Recuerda que este tipo de trabajos deben ser realizados por trabajadores cualificados, siguiendo todas las recomendaciones de seguridad. Lo importante es bajar con vida.